La tos y la asfixia son síntomas que pueden presentarse en todas las etapas de la vida de un perro, desde la infancia hasta la vejez.Estos signos pueden estar relacionados con reacciones alérgicas y enfermedades respiratorias y cardíacas, además de indicar una posible emergencia médica.El peligro más inmediato está en los ataques de tos agudos: pueden reflejar problemas para tragar y tragar.Esto ocurre, por ejemplo, cuando los perros tragan objetos extraños, que casi siempre se encuentran atascados en el esófago.Las razones más comunes para la tos en los perros son las infecciones por rinovirus e influenza, respectivamente, los virus que causan los resfriados y la gripe.En la mayoría de los casos, la tos no se acompaña de arcadas.Los perros con gripe y resfriados suelen ser un poco apáticos, aunque no pierden del todo el interés por los juegos y las situaciones de alerta.Los peludos también pueden tener fiebre y perder el apetito.Los marcos suelen durar de tres a cinco días.Pero también puede surgir la asfixia.Esto ocurre casi siempre por el exceso de secreción (flema) presente en los bronquios, las estructuras encargadas de captar el oxígeno gaseoso del aire inhalado y llevarlo a los alvéolos, desde donde es transportado a todo el organismo.Los perros pueden atragantarse con el exceso de mucosidad e incluso expulsarla, como si fuera un ataque de vómito.La flema suele ser blanquecina o verdosa.Si la sustancia es oscura, es posible que los peludos hayan inhalado humo, polvo u hollín y los tutores deban investigar.La presencia de sangre, de color rojo brillante u oscurecida, es necesaria la consulta al veterinario.Los resfriados y la gripe suelen ser benignos: el sistema inmunitario puede combatir los virus en unos pocos días.Los cachorros, los ancianos y los animales inmunodeprimidos (enfermos o convalecientes) pueden tener complicaciones (como neumonía), que también requieren atención médica.Esto provoca dolor y malestar, además de congestionar el tránsito de la boca al estómago.Los perros intentan liberar el tráfico de la digestión tosiendo y ahogándose.El problema puede ser temporal: el organismo, después de unos segundos, logra empujar el material hacia el esófago.La faringe y el esófago pueden sufrir algunas lesiones internas, lo que obligará al perro a rechazar el agua y la comida durante unos instantes.Los tutores deben vigilarlos, ya que las lesiones pueden ser más o menos graves.Sin embargo, por lo general, los objetos extraños se abren camino hacia el esófago y el intestino, y luego se expulsan con las heces.En algunos casos raros, sin embargo, se requiere intervención médica.Tanto la tos como los atragantamientos son más frecuentes entre los perros pequeños, pero también se pueden identificar en animales muy voraces, que “van a la olla muy sedientos”: cuando tragan su comida demasiado rápido, una parte puede pasar a la laringe, que inmediatamente reacciona para expulsar el cuerpo extraño.El atragantamiento provocado por la voracidad es muy común entre los cachorros, pero puede afectar a algunos perros más temerarios a lo largo de su vida, que también pueden sufrir otros problemas.Los tutores necesitan dedicarse a educar a los peludos.Los perros muy voraces también pueden presentar trastornos nutricionales, ya que la comida pasa muy rápido por el sistema digestivo y es poco utilizada.En algunos casos, es necesario dividir el pienso en porciones más pequeñas, ofrecidas a lo largo del día, tanto para evitar toses y atragantamientos, como para permitir un mejor aprovechamiento de los nutrientes.Uno de los problemas más graves es la torsión gástrica, una anomalía en la que el estómago se pliega literalmente por la mitad, formando un pliegue que impide el tránsito de los alimentos hacia el intestino, incluso obstruyendo el paso.Esta es otra emergencia médica.Entre los perros, la anomalía cardíaca más comúnmente relacionada con la tos y la asfixia es la valvulopatía, un proceso degenerativo de la válvula mitral, una estructura que separa la aurícula y el ventrículo izquierdos.La insuficiencia ocurre cuando la válvula no se cierra por completo, lo que permite que pequeñas cantidades de sangre regresen a la aurícula.La condición puede ser congénita, pero es más común entre los animales mayores, generalmente a partir de los siete años.Anatómicamente, la aurícula izquierda está muy cerca del bronquio izquierdo, y cuando la aurícula se dilata, provoca la compresión del bronquio, dificultando el paso del aire a los bronquiolos y alvéolos.Otras enfermedades también son responsables del agrandamiento del corazón, como la miocardiopatía dilatada.En estos casos, sin embargo, el aumento es constante (en la enfermedad valvular es intermitente).Por tanto, la irritación es menor, así como el estímulo para la tos.Los síntomas son acumulativos.Los signos más comunes de enfermedad de las válvulas son los siguientes:En algunos casos de enfermedad de las válvulas, los accesos de tos se reducen e incluso pueden desaparecer.Desafortunadamente, esto no es una buena noticia.La ausencia de tos puede ser una señal de que la enfermedad está progresando, hasta el punto de que el corazón se ha dilatado comprimiendo continuamente el bronquio.Por lo tanto, el seguimiento médico es muy importante.Los médicos suelen comenzar a monitorear las condiciones cardíacas, además de evaluar cómo la enfermedad de las válvulas afecta la capacidad cardiorrespiratoria de los perros.Esta condición no debe ser desatendida por los tutores.La mayoría de los perros con enfermedades del corazón son animales de edad avanzada.El diagnóstico de enfermedad bronquial degenerativa (bronquitis crónica) es muy común entre los perros mayores.De esta forma, los peludos pueden tener más de una enfermedad a la vez, y la tos puede ser síntoma de ambas.El uso de medicamentos debe ser supervisado por médicos.Algunas drogas actúan sobre el sistema nervioso central, inhibiendo la tos.Este, sin embargo, es un mecanismo de protección natural: es responsable, por ejemplo, del exceso de secreción, e incluso del pus, en casos de infecciones bacterianas o virales.Para los perros que padecen bronquitis crónica, la tos es la única forma de expulsar la mucosidad de los bronquios;por lo tanto, es necesario para la supervivencia y para aliviar las molestias.En exceso, la mucosidad puede obstruir las vías respiratorias y, en cualquier caso, se convierte en medio de cultivo de microorganismos.La traqueobronquitis infecciosa canina, conocida popularmente como tos de las perreras, es una infección viral relativamente común entre los perros, especialmente entre aquellos que comparten ambientes con otros perros, como hoteles, escuelas y lugares de entrenamiento bajo techo, además de mascotas confinadas en albergues.Es una enfermedad altamente contagiosa, transmitida por contacto directo y por compartir comederos, bebederos, camas, etc.La bacteria Bordetella bronchiseptica es la causa más importante, pero la tos de las perreras también tiene otras causas, como los micoplasmas, los virus de la parainfluenza y el moquillo canino y el adenovirus tipo 2.Solo el veterinario puede diagnosticar la causa de la enfermedad y esto es importante para prescribir el tratamiento más adecuado para cada caso.Los principales síntomas de la tos de las perreras son los siguientes:La enfermedad puede progresar a condiciones más graves, como neumonía bacteriana y viral.La tos de las perreras se puede prevenir con múltiples vacunas (V8 y V10), que previenen la infección por B. bronchiseptica, que se pueden aplicar a partir de la novena semana de vida.Evitar la aglomeración de perros es una tarea casi imposible, incluso porque las causas de la tos de las perreras pueden estar presentes incluso en plazas y parques.Los tutores, aun así, necesitan estar atentos a las condiciones de higiene a las que asisten los peludos.Esta es la enfermedad más frecuente en la cavidad oral de perros y gatos.La enfermedad periodontal comienza con la acumulación de bacterias en la superficie de los dientes (principalmente molares) y puede progresar a los tejidos de soporte: encías, cemento, ligamento periodontal y hueso alveolar.El principal síntoma, fácilmente perceptible por los tutores, es el mal aliento (halitosis), seguido del aspecto amarillento de los dientes y la formación de placas bacterianas cerca de las raíces, que se oscurecen progresivamente.La prevención es sencilla, con el cepillado diario de los dientes - lo ideal es acostumbrar a las mascotas desde cachorros.Hay dentífricos específicos y cepillos que son proporcionales al tamaño de los animales: en algunos casos, son simplemente dedales con cerdas limpiadoras.Los mordedores también son buenos ayudantes para limpiar la boca y los dientes.Además, la mayoría de perros y gatos se entretienen y distraen con estos juguetes.En el caso de los perros, ofrecer huesos de cuero, palitos de zanahoria, palitos de apio y otros snacks acaban cumpliendo la misma función.La enfermedad periodontal puede ser responsable de la formación de abscesos en las raíces de los dientes (especialmente molares y premolares).Estas bolsas de pus llegan a perforar la placa ósea que separa los alvéolos dentarios de la cavidad nasal.Estas perforaciones son la causa más común de rinitis bacteriana, que afecta a perros y gatos.Es una enfermedad infecciosa que afecta a todo el largo de las fosas nasales y puede llegar a partes más bajas, como la laringe.Tanto la laringe como las fosas nasales están dotadas de receptores para la tos, estructuras que, al irritarse, provocan la tos para eliminar sustancias ajenas al tránsito normal por las vías respiratorias superiores.Otros candidatos para la tos y arcadas frecuentes son los animales braquicéfalos, que tienen el hocico aplanado.Por alguna razón, los criadores siempre han tenido predilección por la "cara aplastada" y estas razas, que existen desde hace siglos, se desarrollaron en diferentes partes del mundo.Es el caso del Pequinés y Pug (China), Lhasa Apso y Shih Tzu (Tíbet), Bulldog (la raza original se desarrolló en Inglaterra, con variaciones en Francia y EE.UU.), Cavalier King Charles Spaniel (Inglaterra), Boxer (Alemania), Boston Terrier (EE.UU.), Dogo de Burdeos (Francia) y Maltés.Las razas se desarrollaron por razones puramente estéticas y no siempre se tuvieron en cuenta las necesidades fisiológicas de la especie.Es posible que los criadores consideraran a los perros braquicéfalos como menos agresivos, ya que no tienen la cabeza característica de los lobos, con un cráneo alargado.Muchos de estos perros, sin embargo, fueron empleados en los llamados "deportes sangrientos": peleas con otros animales como toros y osos.Es el caso, por ejemplo, del bulldog inglés, que además de la cara arrugada, tiene prognatismo: la mandíbula es más prominente y los dientes inferiores están alineados frente a los superiores.Esto hace que la mordida de los perros braquicéfalos sea bastante poderosa.Algunos de estos animales son capaces de agarrarse a un objeto suspendido (un neumático, por ejemplo) y permanecer largos minutos colgados de él, sin soltarse.La tenacidad (considerada por muchos como “terquedad”) es otra característica de estas razas.El problema es que con el hocico acortado, las vías respiratorias superiores también se redujeron.Las fosas nasales y laringe de bulldogs & Cia.son demasiado cortos para proporcionar una respiración adecuada.El aire inspirado no se calienta correctamente.También llega a los pulmones saturado de humedad.Por lo tanto, los perros braquicéfalos tienen una fuerte tendencia a desarrollar problemas respiratorios.La frecuencia cardíaca también se ve afectada.El corazón necesita bombear sangre con más fuerza, tanto para hacer llegar oxígeno a todas las partes del cuerpo, como para eliminar el aire cargado de dióxido de carbono (gas resultante de diversas funciones orgánicas, como la digestión y la propia respiración).Las enfermedades cardiorrespiratorias son considerablemente más frecuentes entre los perros de nariz chata.Esto perjudica el bienestar e incluso afecta la expectativa de estos animales: el Dogo de Burdeos es la raza canina que tiende a vivir menos: solo de cinco a ocho años.Cuando la tos y el atragantamiento duran más de un día, o cuando estos síntomas van acompañados de otros síntomas, como expulsión de mocos y pus, hemorragias nasales, simulacros de vómitos, etc., es necesario llevar a los perros a una cita con el veterinario.Solo el médico es capaz de identificar posibles problemas más graves causados ​​por la asfixia y la tos.Es el caso, por ejemplo, de neumonías, insuficiencias cardíacas e incluso de algunas neoplasias que irritan y/o obstruyen las vías respiratorias.Para confirmar el diagnóstico, el veterinario puede solicitar pruebas complementarias, como radiografías y tomografías, ecocardiogramas, broncoscopia y lavado broncoalveolar, especialmente útiles para la identificación de enfermedades bacterianas.Los propietarios deben estar al tanto de todos los sucesos que alteran la salud, la calidad de vida, la comodidad y el bienestar de los perros.Cualquier sospecha es motivo de una investigación médica.Los tratamientos dependen de los diagnósticos.Es importante que los profesionales de la salud identifiquen los problemas, para remediar no solo los síntomas -en este caso tos y ahogo- sino principalmente los problemas de origen.Cuanto antes sea el diagnóstico, mejores serán las posibilidades de recuperación.Aviso importante: Nuestro contenido es solo para fines informativos y nunca debe usarse para definir diagnósticos o reemplazar la consulta con un veterinario.Le recomendamos que consulte a un profesional de confianza.¿Se le puede dar ibuprofeno a un perro?Ehrlichiosis canina: causas, síntomas y tratamientoIvermectina para perros: ¿para qué sirve y cómo usarla?Leishmaniasis canina: causas, síntomas y tratamiento¿Por qué los perros nos traen juguetes?Frutas y verduras que los perros pueden 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